miércoles, 24 de agosto de 2011

RECOMENDACION DE LA SEMANA





MEGADETH: Endgame  

  1. Dialectic Chaos
  2. This Day We Fight!
  3. 44 Minutes
  4. 1,320
  5. Bite The Hand That Feeds
  6. Bodies Left Behind
  7. Endgame
  8. The Hardest Part Of Letting Go... Sealed With A Kiss
  9. Headcrusher
  10. How the Story Ends
  11. The Right To Go Insane

A pesar de que hay mucha gente que opina que los dos últimos discos de Megadeth han hecho que la banda volviese a obtener reconocimiento y credibilidad yo soy de los tipos raros que siguen reivindicando esos denostados “Risk” y “The World Needs a Hero” y que cree que “United Abominations” y el “The System Has Failed” son discos de cumplir, algo impersonales y forzados. Lo que nunca creí es que Megadeth (es decir, Mustaine, hoy en día) a estas alturas fueran capaces de sacar una obra tan redonda como esta.
Parece mentira, pero “Endgame” es de esos discos que te llegan desde la primera escucha, que muchos de los temas van para clásicos y que, sobretodo, te convencen de que el nombre de Megadeth puede seguir dándonos muchas, muchísimas alegrías. Hay un claro guiño e inspiración general en el “Rust In Peace”, pero también algo de sabor del “World Needs a Hero” y se sigue la línea trazada de sus anteriores entregas, sólo que esta vez con grandes resultados.
Es imposible no escuchar “1320” y no esbozar una sonrisa, más que nada porque es un tema absolutamente inspirado en “Hangar 18”, de hecho el acelerón final es prácticamente el mismo, sólo que esta vez no necesita de llevar un título tan excesivamente obvio como “Return to the Hangar”. Los estribillos brillantes y deudores del “Youthanasia” son varios y cortes como “Bodies Left Behind” van a ser los favoritos de muchos de sus seguidores más veteranos. En este tema el trabajo de guitarras se inspira algo en la brillante “She Wolf” y es que repito , las guitarras de Mustaine y Chris Broderick son absolutamente matadoras y espectaculares.
“The Hardest Part of Letting Go (Sealed with a Kiss)” es la gran maravilla del compacto. Inicio templado con la voz de Mustaine brillando como debe y con muchas reminiscencias de los cortes buenos de ese “The World Needs a Hero”. Otra demostración de que los Megadeth actuales tienen mucho que ofrecer y otro clásico al canto. Os aseguro que este corte vivirá muchos años en los set lists del grupo. Otro riff que va para clásico es “Bite the Hand that Feeds”, guitarras incesantes y cortantes y otro estribillo de lujo.
La producción de Andy Sneap es soberbia, contundencia, melodía, temas bien construidos y sobretodo, el toque que siempre tiene que poseer Megadeth; ese signo de calidad y distinción que les hace ser ellos y que ha quedado algo diluido en sus cuatro últimas obras. La intro con el solo de guitarra avisa claramente sobre como irán los tiros y uno empieza a salivar cual perro de Pavlov. Esta breve pero enorme instrumental que navega a golpe de solos deriva hacia “This Day We Fight”, tema deudor de “Rust in Peace”, plagado de solos y con un estribillo marca de la casa y una línea vocal espectacular. Suena como si hubieran grabado lo que queríamos y necesitábamos.
Cabe destacar especialmente “44 Minutes”, medio tiempo exquisito con un deje a lo “Countdown to Extinction” aunque con otro poco del “Cryptic Writings”. Y es que es emocionante volver a oír al grupo plenamente inspirado. Atención al trabajado riff y a la contundencia de la base rítmica, pues vuelve a sonar como en los tiempos de Menza y Ellefson. “Head Crusher” es una andanada adrenalínica, un puñetazo sobre la mesa y un tema 100% thrash deudor de sus primeras obras. Es evidente que en sus próximos conciertos va a ser uno de los grandes momentos del show. A la altura de los clásicos.
El disco es definitivamente un reencuentro con Megadeth, ya no de sonido y onda pues ya habían ido acercándose a sus discos de referencia, sino un retorno al Hangar de la inspiración, y eso es algo que muchos ya dábamos por imposible. Mustaine sigue con capacidad de firmar temas para el recuerdo a pesar de que muchos le viéramos con un grupo de mercenarios y en una decadencia compositiva preocupante. Sólo con deciros que tengo ganas de verlos en directo para ver como suenan los nuevos temas creo que ya está todo dicho. Desde el “World Needs a Hero que no tenía una sensación como esta, y eso que la obra lo supera y con creces. Mustaine ha vuelto al Hangar de la inspiración, muy probablemente sea el disco del año.

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